Cambios Radicales (AbiyAriadna) +18

Era tarde, las horas se me habían pasado volando, pero así eran las cosas para mi. Acelerada, apuradas, por lo que siempre dejaba que llegara la noche, cuando nadie más estaba levantado, para ir a bañarme.

Aun no entendía como en un colegio internado tenía habitaciones y baños mixtos, yo de momento tenia una habitacion sola, pero dentro de poco debería elegir si quedarme como estaba o compartir piso con alguien más.

El silencio reinaba por la zona de las duchas, me saque la ropa con delicadeza y la guarde en una de las taquillas luego de cubrirme con una toalla.
Cogí el shampoo, el gel de ducha y me adentre en una de las duchas dejando que el agua tibia me relajara, mientras me enjabobana. Cada vez que lo hacía mis pensamientos volaban hasta dias atras, cuando Ian se duchaba conmigo...

Miré mi reloj, por fin había conseguido arreglar toda mi habitación. Tenía las paredes ya decoradas, los zapatos separados por tacones, deportivas y demás.

Y el armario estaba a reventar aunque bien ordenado,con todo doblado. Estaba exhausta, pero a la vez ávida de una aventura, hacía mucho que no tenía nada y la líbido estaba bastante alta.

Cogí las cosas para ducharme, pues a lo mejor así se me bajaba y me relajaba, ya que quizá luego saliese un rato, y tenía que estar perfecta.

Llegué a los vestuarios, del que se oía una ducha, sonreí hacía mí, quizá esa noche pudiera divertirme, podría engatusar a alguien por diversión.

Me quité la ropa sin ningún pudor y cogí el champú y el gel. Me dirigí a la ducha contigua y saludé a mi compañera, al parecer una humana. - Buenas noches - sonreí sensualmente, pues ambas estábamos sin ropa, y yo tenía las hormonas revolucionadas. Y sabía que mi sonrisa atraía a más de uno.

Me estaba lavando la cabeza cunado senti unos pasos a mi espalda.
Giré justo cuando una chica de mi estatura, rubia, se paraba de una manera muy sensual saludandome. Mis mejillas se sonrojaron al instante, no estaba acostumbrada que la gente me mirara desnuda, y ella parecia no tener problema alguno en exibir sus curvas frente a mi.

Una extraña sensacion cruzó por mi cuerpo, rayos, ¿es posible que una situación asi pudiera exitarme? ya tenía la respuesta a ello solo que no queria admitirlo.

-Buenas noches...qué tal?- agregué metiendome bajo el agua y masajeando mi cabello para aclararlo. Cerré los ojos esperanzada de que esto solo fuera una ilusión, no era normal, yo siempre fui heterosexual....no era normal que algo asi me estuviera sucediendo...¿o si?

Sonreí al captar su estremecimiento, parecía algo perturbada por que alguien la viese desnuda.
Abrí el grifo y deje que el agua resbalase por mis curvas de una manera bastante excitante. Sólo con intención de provocarla aún más.

Me giré hacia la muchacha y su expresión me decía que esto la confundía, que una muchacha pudiera excitarla. Sonreí por ello. Quizá cayese y nos divirtiésemos algo.

- Bueno, cansada y con los hombros cargados... - dije sútilmente, quizá cayese y se le cruzase el poder destrabarme los músculos. -Y tú? - dije mirándola intensamente.

Cogí la esponja y puse mi gel de fresa a medida que la apretaba formando espuma.
La chica parecía pretender algo más con sus comentários, ¿o eran solo mis alucinaciones?
llevaba casi un mes sin una buena sesion de sexo, lo que podía estarme haciendo pasar una mala jugada.

-Disfrutando del agua caliente... dicen que es descontracturante, deberías probarlo- dije casi en un susurro -Deja que el chorro caiga justo ahi donde te duele... y relajate -

Quizas la chica si queria algo más conmigo tuviera mas experiencia en como llegar a la gente, yo no la tenía y abrirme de ese modo me costaba bastante.
Sin poder evitarlo mire su cuerpo, era perfecta. ¿Pero que digo? era raro, coma si estuviera hechizada por su simple presencia

La escuché hablar y explicarme lo del agua, no sabía si sorprenderme o decepcionarme por no pillar mis palabras - Bueno, este es un buen momento para probarlo, no? - dije mientras estiraba el cuello dejando que el agua cayese fuerte sobre mis hombros. Del gusto no pude evitar estremecerme y al final mientras volvía a meter la cabeza me arqueé, pues adoraba el agua.
Ese último gesto quizá podría haber parecido bastante excitante, pues mostraba toda mi figura en su esplendor, una buena figura se podría decir.

Tras ello la miré con una cara que notaba que estaba bien a gusto - Gracias por el consejo, me vino de perlas - sonreí sensualmente.

La observé coger la esponja para empezar a enjabonarse, podría soltar algún comentario, pero lo más lógico, si no tenía experiencia, fuese asustarse. Quizá la intimidaría mi soltura.

Cogí mi gel de rosas, y con solo olerlo me estremecí de gusto, adoraba ese olor, y probablemente a ella también le resultase... estimulante. Suspiré sonriente tras aspirar el olor y me eché algo de líquido en la mano para empezar a enjabonarme, pasando las manos por todo el cuerpo.
Mientras lo hacía no pude evitar mírarla fijamente - Bueno, y cómo te llamas? - pregunté sonriente e insinuamente, sabía lo que me estaba viendo hacer y podía excitarla bastante.

No mirar era todo un suplico la chica se enjabonaba con una sensualidad digna de una geisha.
humedesi mis labios mientras oía cada una de sus palabras.
Era una situación de lo más extraña, y a la vez atrayente. Mis pezones se endurecieron al momento que la fragancia de su gel llego a mi.

-Mmm...que bien huele- dije sin poder evitarlo, mientras pasaba la esponja por mi parte mas intima, que palpitaba internamente esperando un poco de atención.

Me puse la crema enjuague y apagué el agua para dejarla actuar un rato. La rubia seguí enjabonandose el cuerpo frente a mi, de una manera deleitante.

- Bueno, y cómo te llamas? - me preguntó de repente con voz sensual y sus hermosos ojos clavados en los mios.

Tenía que probar algo, y esta era mi oportunidad, me acercaría a ella.
-Abigail Taylors, mucho gusto- dije extendiendo mi mano, y esperando que aun en esa extraña situación ella me la estreche.

Al observarla ligeramente vi que tenía los pezones endurecidos y una expresión de que se encontraba bastante excitada.
Eso me gustó y sonreí interiormente, pues me daba la sensación de que esta noche podría ser bastante divertida y quizá para alguna una experiencia nueva.

La escuché murmurar sobre lo bien que olía mi champú, y la miré – Gracias, no es fácil de conseguirlo – dije mientras descaradamente posaba mi vista en como se enjabonada sus partes, eso debería excitarla aún más.

Terminé de enjabonarme y me aclaré cuando me contestó a la pregunta de cuál era su nombre.
La vi extender la mano, que mona, se la acepté encantada y me acerqué a su oído – Ariadna – susurré en su oído, quizá estremeciéndola, pues esa era una zona bastante erógena, por lo menos para mí. La di dos besos en las mejillas, bastante sensualmente, a modo de presentación.

Cerré el grifo y cogí mi toalla para secarme el pelo mientras me dirigí hacia donde había dejado el neceser, dispuesta a ponerme algo de crema hidratante, me senté sobre la toalla y saqué el bote mientras seguía mirando a la muchacha, esperando que hubiese acabado ya con su baño.

Cerré los ojos mientras sus palabras se hacían paso en mi oído, Ariadna, bonito nombre tenia.
Apoyé una mano sobre su brazo, acariciando su suave piel mientras ella besaba mis mejillas. La sensación me resultó extrañamente placentera.

Ariadna terminó su baño minutos antes que yo, pero no aparto su mirada de mi cuerpo en ningun momento. Escurrí bien mi cabello luego de enjuagármelo bien, y me cubrí con la toalla. Caminé hasta la taquilla en la que había dejado mis cosas. exactamente al lado de donde ella estaba.

-Te gusta lo que ves? - susurré a sabiendas de que ella entendería a qué me refería. Dejé caer mi toalla al suelo y sin pensarlo dos veces me atreví a hacer algo que nunca hubiera hecho a no ser que fuera con Ian.
Metí uno de mis dedos en su crema y cubrí mis pezones con ella masajeándolos frente a su mirada expectante. -Espero que no te importe pero necesitaba un poco de crema...- dije sonriéndole de manera seductora.

Poco después de salir yo de la zona de las duchas vino ella tapada con la toalla. Cogía sus cosas de la taquilla y se plantó delante de mí.

La observé, y lo siguiente que hizo me sorprendió bastante pues no creí que esa muchacha fuera de esas, tan directa, al menos no me lo había demostrado mientras nos duchábamos.
Sonreí y la contesté con una voz seductora – Me encanta. Y a ti te gusta lo que ves? – dije mientras subía una pierna al banco para terminar de esparcirme bien la crema.

La vi coger algo de mi crema y untarse los pezones, a lo que lamí mis labios sensualmente. Me puse algo de crema en la mano y me levanté a ponerme detrás de ella. – No te preocupes, hay que hidratarse – le dije al oído y la mordí ligeramente el lóbulo de la oreja mientras mis pechos tocaban sus omoplatos. Me separé y puse mis manos con la crema fría y empecé a extendérsela por los hombros- ¿Te gusta, pequeña? – sonreí mientras le masajeaba los hombros de una manera muy placentera.

-Es algo extrañamente tentador tu cuerpo- murmuré por lo bajo mientras tocaba mis pezones.
Me excité aún más mientras vi como se relamía los labios deleitándose con la vista de mi cuerpo.
La rubia se paro a mi espalda y con su crema comenzó a masajearme los hombros, era realmente exquisito sentir sus finas manos acariciar mi cuerpo.
Sentía mi centro palpitar de deseo por su atención, un gemido se escapó de mis labios mientras sus manos seguían en contacto con mi piel.

oh..si, me encanta- dije con voz entrecortada. Estira mis manos hasta su crema y puse un poco entre mis manos antes de girarme quedando cara a cara con ella.
-No se..qué estoy haciendo...- susurré mientras posaba mis manos sobre su hombro tomando distancia entre ambas, creo que mejor me voy...
Cogí la ropa poniéndomela a toda costa y salí de aquel sitio esperando nunca volver a pasar por algo así.