Fiesta de máscaras

No sé cómo llegué, cómo me dejaron pasar o cómo es que me enteré de esta fiesta, sólo sabía que estaba ahí rodeado de gente que en mi PERRA vida había visto, vestido de gala y con un antifáz que cubría la mitad de mi rostro dejando que solo mis ojos azules se mostraran ante el público. Entro al gran salón y me quedo mirando todo. En mi vida había visto algo tan lujoso y vaya que había visto lugares lujosos en mi vida, pero nada comparado a esto. Me humedezco los labios de manos en bolsillos y me dirijo hasta la mesa donde había algo de comida y bebidas multiples. Cojo un vaso y me sirvo algo de extraña procedencia pero que gustaba al paladar.

Como no conocía a nadie en un comienzo no hablé con nadie, solo me dediqué a mirar con calma todo, recreando la vista con las hermosas chicas que se encontraban en el lugar. Todo parecía tan perfecto que era dificil de imaginar si no se estaba ahí mismo. Me apoyo en una de las paredes levantando un poco la pierna derecha para apoyarla luego en la pared también mientras le daba un sorbo a mi vaso.

Iba casi obligado, iba porque de lo contrario comenzarían los murmullos sobre mi, y no quería eso puesto que si vienen los murmullos es porque luego no te quitan la vista de encima y no quería que se enteraran de que era vampiro. Sabiendo que en ese lugar realmente no importaba si lo eras o no, después de todo era una academia para vampiros rehabilitados... como si fuéramos unos malditos alcohólicos que ya lograron dejar eso atrás... ahora el punto es que no lo eramos... no eramos alcohólicos... ni menos una adicción, carajo... si tomábamos sangre era porque era de lo ÚNICO de lo que realmente podíamos alimentarnos. LA SANGRE ES NUESTRA COMIDA... o qué?? Si un humano come diariamente sus raciones de comida también se les dice adictos? Si comen dos o tres días seguidos, tienen un problema mental que se debe curar con psicólogos que muchas veces están más locos que los mismos pacientes???.


Bueno. Para qué amargarme más con pensamientos así si al final de cuentas debería mostrar mi mejor cara en la fiesta. Una sonriente, de esas que demuestran lo genial que lo estás pasando. Me acerco a la mesa donde estaban los refrescos... esperando encontrar algo de sangre... pero nada... suspiro y me paso una mano por la cara mientras que la otra la tenia en el bolsillo de mi pantalón de tela. Lo único bueno eran las máscaras. Si nadie sabia quien era yo, mañana luego nadie me saludaría en los pasillos, nadie se me acercaría diciéndome "Hey a ti te conozco.. estabas ayer en la fiesta ¿Recuerdas que bailamos juntos?..." que aburrido...

Me siento en una de las sillas y me saco un cigarrillo, lo enciendo y me quedo mirando todo sin muchas expresiones en la cara. Solo estaría ahí un rato y luego me iría a caminar por el bosque, le lago o quien sabe donde...

Había podido rescatar un trago de una bandeja que iba pasando y le doy un sorbo mientras seguía apoyado en la pared mirando todo. No conocía a absolutamente a nadie, o por lo menos no que yo reconociera a simple vista. Aunque para ser sincero a la única que quería conocer y reconocer bien era a Oksana que sin saber por qué debería estar ahí, quería que lo estuviera. Que pasaramos una noche divertida, simpática. Pero que demonios... ella no iría...

Me senté en una mesa que estaba desocupada y me quedo observando todo, por si encontraba algo divertido para mirar, cuando giro mi cabeza hacia mi derecha y estaba mirándome una chica que a juzgar por su contextura era sin duda, Oksana. Sonrío coqueto dedicándole una mirada de arriba hacia abajo. Se veía hermosa. Y hermosa no le hacía justicia la verdad. Poco a poco se acerca a mí y me pongo de pie frente a ella. Me humedezco los labios cuando ya le tenía a centímetros de mi cuerpo.

Hola... se que eres tu, eres inconfundible Liam...
Me dice en un susurro cuando se acerca a mi oido, de manera que yo le pudiera escuchar. Pero aquel susurro provoca en mi un escalofríos que recorre toda mi piel y sonrío - Hola, preciosa... - Dije en su oído también y luego me alejo divertido de manos en bolsillos - Pues tu también eres inconfundible, nadie más en la escuela huele como tu... exquisito - Cojo su mano y le beso en modo de saludo - Y nadie más se vería tan hermosa en ese traje que tu... Oksana... - Sonrío de costado mirándole los ojos a través de nuestras máscaras.