Divagaciones {Bianca}

Quinto día de clases y Evernight ya era como mi propia casa. Vivir en el colegio y pasar tantas horas de aburrimiento me habían llevado a recorrer cada parte del mismo.
Odiaba aceptarlo, peor cada rincón de la academia era único, como un enorme y antiguo castillo lleno de sorpresas, o mejor aun...misterios...

Era viernes, las clases habían acabado hacía poco tiempo, dejando a los alumnos vagando entre las zonas comunes, pero yo no era como ellos. Se podría decir que no nos parecíamos en completamente nada, y era verdad, a mis veinte años yo era la única semi humana en Evernight, y al parecer la única que a su vez podía leer pensamientos. Con un poco de cautela me metí por una puerta trasera que daba a los vestuarios del Auditorio, como me imaginé no había nadie allí.

Me saqué los zapatos para no hacer ruido y subí a lo que era el escenario, podía sentirme como toda una estrella de rock, pop, o cualquier grupo famoso de música, la sensación era única, tanto que me deje llevar y me puse a cantar bajito mientras me recostaba sobre el frió escenario.

Estaba muy relajada y distraida, o tal vez ambas, porque no escuche en ningún momento cuando la profesora se me acercó, al menos no hasta que me habló.
En cierto modo luego de pensarlo, me di cuenta que era algo normal, ella como buena vampira era completamente sutil, de elegantes movimiento una belleza insuperable.

-Lo siento profesora, no pretendía molestarla- aseguré una vez la tuve sentada a mi lado, supuse que tendría el extraño caracter de la directora Lestrange y me acabaría por castigar. -Como sabrá mis padres trabajan en la academia, y vivimos aquí. En mis tiempos libres me gusta venir a descansar al Auditorio ya que no suele haber gente- acepté con la mirada gacha esperando la reprimenda del siglo mientras me ponía los zapatos.

La profesora nueva tenía un aire completamente amable, y cariñosa, y algo en ella me inspiraba confianza...

Levanté mi mirada cuando la profesora me habló, no quería ser descortés con ella, después de todo no parecía una gruñona como Lestrange.
La verdad era que nunca había visto a nadie colarse dentro del auditorio, por eso siempre venía, no solo me relajaba ya que estaba sola, sino que así descansaba del echo de escuchar los pensamientos de la gente a cada momento. Por suerte en estos años había aprendido a bloquear mi don, y solo lo usaba cuando realmente quería saber lo que alguien en concreto pensaba.

La profesora comento algo de la vida, la gente, todo el mundo sabía en Evernight que yo no era como ellos, y la verdad es que cada día que pasaba era un drama para mi. El momento de decidir qué hacer de mi vida estaba cada vez más próximo y yo aún no estaba segura de ello.
-No me eh presentado, soy Bianca, Bianca Oliver- dije ofreciendole mi mano -Es usted muy comprensiva, y le agradezco el cumplido en cuanto a mi voz, pero no creo que sea tan buena- aseguré sonriente, más bien podía ser una buena cantante bañera si me lo proponía.

Solté su mano con delicadeza después de presentarnos.
-Encantada profesora, que díga Sophie- dije avergonzada.
La profesora no parecía ser muchos años mayor que yo al menos como humana, aunque la verdad es que ella era vampira.
-Siento ser entrometida pero usted de qué dará clases? - pregunté por pura curiosidad, y para romper un poco el hielo por mi parte.

Mis mejillas se sonrojaron al oir nuevamente el alago en cuanto a mi voz.
La verdad es que los elegidos quizas no me habían echo nacer con una voz estupenda, pero yo le ponía muchas ganas al aprendisaje de como mejorarla.
-gracias, espero no aturdirla nuevamente con mi voz- bromee sonriente.
-Intento mejorar en todo lo que me propongo, es un mal curioso mio -