Lilian Artemis Leighton {ID}

Lilian es una chica de carácter fuerte, decidido y sin titubeos. Son contadas las cosas que verdaderamente la asustan y la mayoría de estas son cosas insignificantes, por lo tanto, las personas nunca están entre sus miedos, podría tener al mismísimo Hannibal Lecter frente a ella y se comportaría como si nada ocurriese, incluso sacaría a relucir su sarcástico sentido del humor hasta tal punto que hartaría al asesino y este le dejaría en paz. Es una 'chica ruda' que no teme meterse en pelea con hombres mas grandes y fuertes, si, es bastante violenta y no tiene muchos modales que digamos. No es en extremo femenina pero tampoco se viste como hombre ni deja su cuidado personal a un lado de forma extrema. Intenta mantener un equilibrio en contados aspectos de su vida.

Nunca tuvo el clásico ejemplo a seguir que dan los padres así que se creo su personalidad en las calles y de la peor forma. Nunca se deja manipular ni es una persona voluble que se la vive hablando de sentimientos. Mas bien es una persona reservada que solo con mucho trabajo y bajo tortura (?) habla de sus sentimientos.

No se deja mandar pero no se recata al dar ordenes. Líder nata, tiene presencia que hace notar a cada lugar al que va y la mayoría de las veces toma la iniciativa, nunca pasa desapercibida por la fiereza que muestra su mirada. En extremo observadora, nunca pasa por alto un solo detalle o actitud, por lo tanto es muy difícil engañarla o verle la cara, siempre se da cuenta de todo pero depende de ella hacértelo notar o no. Otro punto, es excelente actriz, o mentirosa, como quieras llamarla. Siempre te dirá justo lo que quieres escuchar solo para convencerte de algo o para que la dejes en paz, pero eso solo es en contadas ocasiones ya que la mayoría de las veces hace gala de su gran talento para decir verdades hirientes, casi nunca se guarda nada y es del tipo de personas que dice lo que piensa en el momento en que se le viene a la mente, siempre va al grano y detesta a las personas que le dan mil vueltas a los asuntos.

Es una 'rebelde sin causa' según aquellos que solo la conocen de lejos. Amante de las drogas, la música y de llevar la contraria a los demás. Vive bajo sus propias reglas y manda a la mierda al sistema y todo lo que los demás piensen, la única opinión importante es la de ella misma. No le pone atención a la mayoría de las personas a su alrededor y nunca hará caso si alguien intenta que 'entre en razón'. Terca y orgullosa a mas no poder, algo vengativa también. No olvida ni perdona. Si ella dice que el cielo es verde, es porque así es y nadie le hará cambiar de opinión. Defiende sus ideales con uñas y dientes aunque esté equivocada.

Toma la mayoría de las cosas a la ligera, para el punto de vista de muchos se podría decir que su vida es un completo desastre. Nunca tiene nada en orden y es tan distraída que no es difícil que olvide la cita que había pactado la tarde anterior o el rostro y nombre de algunas personas, pero, cuando se trata de estudios, la cosa cambia. Lilian es sumamente inteligente, no de esas que memorizan cientos de cosas y teorías sin sentido, no, ella es capaz de analizar y comprender todo lo que se le pone enfrente sin poner mucho empeño. Tal vez esto deja de encajar con el aspecto de "chica ruda" mencionado antes, pero si hay algo que la pelirroja aprecia verdaderamente en una persona es su nivel de estudios y recepción de ciertos temas en especifico. Piensa que todo aquel que desperdicie la oportunidad de asistir a una escuela es un completo estúpido que debería desaparecer del planeta.

Es extrovertida pero no a un grado extremo, pero eso si, no conoce el pudor ni la vergüenza; tiene mucha confianza en si misma {tal vez demasiada} y nunca dice que no a un reto. En extremo competitiva, nunca puede decir que no a un reto y disfruta como nadie las victorias que consigue.
Sus amigos son contados pero en extremo afortunados de tener a alguien como Lilian, es de las personas que darían la vida {literalmente} por quienes le importan. Buena amiga y consejera, un baúl de los secretos para quien lo necesite y perfecta para servir de pañuelo de lagrimas u hombro sobre el cual llorar.

En el aspecto amoroso prefiere no meterse. No es que no crea en el amor ni que le tenga miedo, sencillamente no ha tenido tiempo para tomarlo en cuenta. Nadie puede negar que es una chica bastante atractiva, ha tenido varios pretendientes pero ninguno cumple sus expectativas. Lilian no es una chica fácil y jamás lo será, si quieres alguien en tu cama olvídate de ella. ¿Planeas insistir? Ve despidiéndote de tu virilidad... Nunca ha tenido un novio de verdad, simples rollos ¿Le afecta? Para nada, o eso cree.

Lilian Artemis Leighton nació hace veinte años en algún lugar de Edimburgo, Escocia. Segunda hija de la familia, Lilian no puede quejarse de la vida que llevó en casa, si, sus padres eran unos locos represivos con ideas del siglo XIII y a su hermana casi no la veía, pero aún así no la pasaba tan mal en casa. Digo, era un lugar grande en el que nadie le ponía atención y podía hacer lo que quisiera en el momento que le dieran ganas. Y eso era justo lo que hacía. Desde los trece años Lilian se fugaba de casa en las noches para irse de fiestas con amigos y desconocidos, era conocida en la escuela por tres cosas particulares: Su inteligencia, su cabellera roja y su capacidad de meter en su cuerpo el doble de su peso en alcohol en tan solo cinco minutos. Desde muy chica se dejo perder en esas cosas, por eso, a los catorce años, cuando su hermana se fue de casa Lilian ya no sentía que tuviera algo más que perder.

Tenía una especie de doble vida, por el día era la chica estudiosa y recatada en la que sus padres vertían toda la atención tratando de no cometer los mismos errores que con Athenea. Seria, con excelentes modales, se dejaba cortejar por los prospectos que su padre había escogido para ella. De noche salía de casa a romper todo lo que se le ponía enfrente y beber hasta perder la conciencia.

Pero claro que todo era una etapa adolescente que fue desapareciendo con los años, aunque no del todo. A los dieciocho años siguió los pasos de su hermana dejando Edimburgo sin mirar atrás de nuevo. Paso dos años trabajando como mesera en un bar de mala muerte antes de juntar el dinero para poder inscribirse en una de las academias mas respetables de Londres, la Academia Evernight.