Un amanecer particular... {Isa y Bianca}

Baje con pesadez las blancas escaleras de mármol que conducían desde el área de los despacho de los profesores hasta el hall de la Academia.
Era muy temprano, a penas las seis de la mañana, por lo que el sitio estaba completamente vacío, haciéndolo lucir mucho más siniestro de lo que cualquier humano normal lo vería.
Yo, lo veía de una forma especial, Evernight Academy eral el sinónimo a mi cárcel personal. Había llegado hacía una semana, no por propia decisión, si fuera por mi seguiría viviendo en Swindon, mi pueblo natal, pero lamentablemente mis padres tenían otros planes para mi....
Haber nacido semihumana, o más bien ser una de las únicas semi-humanas del mundo me hacía plantearme cosas diferentes, yo tenia que tomar una decisión sobre mi vida. Vivir eternamente matando a un humano, o simplemente convertirme en una Elegida y vivir solo hasta los veinticuatro años... ayudando a vampiros a procrear gente como yo, y controlar cosas que ni yo misma entendía.
Hoy había tenido una de esas noche en las que cualquier cosa me confunde, por lo que sin pensármelo dos veces me cambie y fui a dar un paseo por los desolados pasillos de la academia hasta llegar a la cafetería... donde al entrar me di cuenta de que yo no era la única desvelada...

-Buen día- murmuré acercándome a una de las neveras, donde pude ver la silueta de alguien buscando lo mismo que yo...comida.

Segundo dia y ya estaba levantandome temprano, toda una damita ejemplar... O algo asi. Me habia levantado temprano por que el dia anterior, y los anteriores a esos, habia estado entre muerta y semi-muerta con todos los planes y las mudanzas y los papeles.

-Burocracia... -Murmuro mientras camino por los pasillos solitarios de "Mi nuevo hogar"

Tenia dias enfurruñada por no poder dormir y el golpe de la perdida. Como siempre, cada vez que estaba en este estado era mejor comer algo dulce y frio y esperar que ello me aliviara asi fuese por solo unos momentos.
Extiendo el brazo para tomar el bote de yogurth cuando escucho una voz de chica a mis espaldas.

-Ehh... Buen dia? -Digo nerviosa a la chica morena que estaba a mis espaldas.

Aun no sabia si ir a buscar comida en las mañanas estaba prohibido y si ella era una "delegada" o "prefecta" estaba en un gran lio.

-Ehh... Buen dia? -Dijo la muchacha con una nota de nerviosismo en su voz.

Quedé estupefacta cuando noté que llevaba un tatuaje, ¿sería una de las Elegidas?, de ser así era la primera vez que hablaba con una, y no es que ello fuera a gustarme. Aun no había tomado una decision en cuando a mi futuro y aquello me aterraba...
Me metí en su menté para ver si mis imaginaciones eran reales, pero al parecer no, la muchacha parecía no tener ni la más minima idea sobre lo que yo era, y más bien estaba nerviosa pensando que podría ser una "doña perfecta".

Le sonreí mientras cogía una bandeja, y ponía sobre ella un brownie y una botellita de jugo natural.
Gran desayuno para una semi-humana, pensé mientras la boca se me hacía agua con ganas de beber sangre fresca.
-Muero de hambre, menos mal que el comedor está veinticuatro horas abierto- le comenté sonriente aliviando sus pensamientos hasta dejarlos calmados.
-Eres nueva!- quise sonar como una pregunta, pero la verdad es que de mis labios salió una afirmación...esperaba no pensara que yo era una rara, ya suficiente tenía con ser una de las unicas de mi especie.

Empieza a bajarme el susto mientras va hablando. Era importante saber que el comedor estaba abierto 24 horas. Aunque era raro pues eso normalmente eso no estaba permitido, me encojo de hombros en mi fuero interno pues no era yo la que presentaria la queja.

-Si -Respondo titubeante, casi dando un respingo ante su tono. Tomo el yogurth de fresas y una cucharilla- Es tan obvio?... -No sabia si esa era la pregunta correcta, contando que me habia sorprendido al ser descubierta en la cafeteria que supuestamente estaba abierta 24 horas- O bueno, tal vez si... -Sonrio- No he visto muchos chicos con estas fachas andando por aqui.

No me referia a mis pantuflas de oso o a mi camisa de baseball o a mis pantalones de pijama, claro. Me referia a los dos tatuajes que se podian ver, la pañoleta, los piercings en las orejas y la nariz...

Ella se veia del tipo calmado, tranquilo, amable y de alguna forma indescifrable... Atenta. Era linda tambien, o al menos esa era la impresion que me habia dado al decirme lo de la cafeteria. Pero no estaba para centrarme en esas cosas en ese momento, aunque fuese un poco dificil de obviar que todos estaban en tan buena forma o en mejor forma que yo... Tal vez tendrian un buen plan de estudios a nivel de ejercicio, deporte y danza... Oh eso seria bueno...

Noté que la humana me miraba de una forma especial, me metí en su mente nuevamente, -Vaya, si que se da cuenta de lo distintas que somos- me dije en mi fuero interno cuando vi que pensaba en el buen físico de todos los chicos de la universidad. La verdad es que ser vampiro tenia sus ventajas, al convertirnos nuestra belleza se realzaba, nos hacía más fuertes y mucho mas llamativos para atraer a nuestras victimas. Bueno, yo de momento era Vegetariana, solo me alimentaba de sangre animal. Y la gente que habitaba Evernight estaban también obligados a ello, al menos dentro de la academia no se podía morder a ningún humano.

-Yo también soy nueva...- comenté mientras observaba su forma de vestir. Desde luego la directora se había propuesto totalmente inculcarnos a toda costa cosas nueva. La chica parecía muy fashion, lucía pircings y tatuajes que al parecer hacían juego con su personalidad. -Mis padres son profesores, así que me vi obligada a tener que venir aquí junto a ellos-

Le sonreí y me encaminé a una de las mesas que estaban dispuestas para el desayuno.
-¿Te gustaría desayunar conmigo?- pregunté intentando ser lo más amable posible.

Me lo pienso unos momentos antes de seguirla. No habia sido a raiz de una descortecia o algun prejuicio, de hecho me encantaba evitar esos ultimos, se trataba de que normalmente la gente no te cae del techo y te ofrece desayunar contigo... Normalmente, siendo gente, era mejor evitar a otra gente.
Por otra parte habia dicho que era nueva y lo habia propuesto de manera tan simpatica que no podia resistirme.

-Eso de tus padres... no me mal interpretes pero apesta -Hago una pequeña mueca al decir eso y abro el yogurth- A menos que quieras estar aqui, en cuyo caso... Yei! -Le sonrio y me recuesto de la silla con el yogurth y la cucharilla en la mano- Aunque se me haria dificil entender por que alguien querria venir tan lejos a estudiar...

Estaba lejos, hacia frio, tenian uniformes... Y no es que fuesen gente rara, pero Alexander en parte lo era y la carta de mi abuela lo habia sido y... De vuelta a la chica y el desayuno Boo, no te compliques.
Habia notado su repaso por mi ropa y mis cosas, no me molestaba en lo mas minimo pues cuando te haces tatuajes y piercings sabes que si no los cubres llamaras la atencion y eso era un punto en contra al arte corporal, pero me preocupaba que me viera como una persona peligrosa.

Deje de leerle los pensamientos ya que no quería husmear demasiado, prefería conocer a la gente de apoco, no forzosamente.
Tal y como la chica decía, si, era algo completamente apestoso ser obligada por tus padres a ir a un colegio que no te gusta. Y doblemente asqueroso era el echo de que encima ellos fueran profesores del mismo, algo que me haría sentir vigilada en todo momento.

Estábamos sentadas una frente a la otra, mordí un trocito de brownie mientras me acomodaba mejor en la silla.
-La verdad es que odio el echo de estar aquí, no por que sea alejado. Mi ciudad natal está a solo dos horas en coche. Podría estar allí en tren en cincuenta minutos, el tema es que mis padres fueron trasladados a Evernight y como yo soy única hija... no me queda más que obedecer-

Di un sorbo al jugo de moras mientras la muchacha tomaba su Yogurth
-¿Cómo llegaste a Evernight?- inquirí intentando leer algo en su respuesta ...o su mente.

Sabia a que se referia al usar ese tono de "me molesta esto" en obedecer.
Como profuga de la justicia de mis padres, e incluso antes de eso, me habia acostumbrado a no seguir a nadie o a aceptar ordenes de nadie... Ya era algo natural en mi responder o saltar en lo que sentia que se me estaba imponiendo algo.

-Llegue... o decidi venir -Era una buena aclaratoria ya que a fin de cuentas habia sido mi desicion obedecer ordenes de mi recien fallecida abuela- Por ue un ser querido me lo pidio -Sonrio- Me dijo que encontrara al profesor Black Wolf y que no me separara de el asi que... En eso ando -Me encojo de hombros- No me puedo quejar, este es un buen sitio...

Aun asi extrañaba mi libertad y mi sitio de trabajo y mis amigos. Alla afuera yo no habia tenido ninguna atadura salvo mis dos amigos y mi abuela... Aqui no tenia muy seguro que era lo que me mantenia los pies en la tierra aparte de la necesidad de estudiar y de cumplir lo que me habia dicho abue... Claro que no entendia el por que o la importancia de Alexander.

Tomo otra cucharadita del yogurth y le sonrio a la chica apartando mis pensamientos y sentimientos de todo eso.

La verdad es que no entendía que clase de relación podría haber habido entre la abuela de la muchacha y el profesor Alexander.
Según tenía entendido la directora se había visto obligada a contratar a un profesor humano, vamos, un profesor que realmente estuviera anotado en el ministerio de educación, para que no manden constantes inspecciones a Evernight.

Bebí otro poco de mi jugo y me di cuenta de un detalle, no tenía ni la menor idea de como se llamaba la chica, que idiota, no me había presentado.

-No me eh presentado, me llamo Bianca, Bianca Oliver- comenté extendiendo mi mano sobre la mesa, esperando que ella me la estreche.

Me daba la sensación de que ella era un poco introvertida, yo también lo era el ochenta por ciento del día, me costaba hacer nuevos amigos, y supongo que lo mismo le pasaría al resto de los vampiros aquí. Mis padres, ambos vampiros, son exactamente iguales desde el día en que nací, lo cual nos llevaba cada ciertos años a mudarnos para así poder pasar desapercibido que no envejecían.

-Qué opinas de la academia? te gusta?-

-Bianca es un bonito nombre, yo soy Boo... -No ese no!- Isabeau Jakes

Estrecho su mano por unos momentos y vuelvo a tomar mi yogurth. Estaba acostumbrada a dar mi sobrenombre o alias a la gente, el 90% de la gente que podias conocer por ahi no era de confianza... Sobre todo si medias 1.65 y te veias como una indefensa Caperucita Roja, o sea yo. Despues de pasar tiempo viviendo sola o con tu familia underground sueles saltarte ciertas formalidades como dar tu nombre completo, la cambias por algo mas corto y facil de recordar... e imposible de rastrear.

-La academia es bonita, todo el sitio es bonito -Me gustaba lo apartado que estaba- No estoy acostumbrada a estar lejos de la ciudad, pero por ahora me esta comprando -Rio un poco con lo ultimo. Me daba a mi misma un mes para empezar a extrañar el bullucio, las disco, los antros, los amigos, la gente rara... Tal vez menos de un mes- Y tu? Que opinas?

Era abierta, eso era bueno. Parecia algo... decaida? triste? nostalgica?... No tenia idea y aun no tenia confianza para preguntar. Pero en parte queria hacerlo, era parte de mi tenderle una mano a los demas y parte de ella que se veia como si pudiese darle provecho a una amiga.
Cuidado con reflejarte... Salta la vocecita de mi cabeza. Tenia razon en que yo tambien podria sacarle provecho a una, pero seria todo un problema dado que si nos ponias a "Comunicacion" y a mi en una mesa yo corria en el sentido contrario.

Reí ante el comentario al parecer la chica era de alguna ciudad grande , yo por lo pronto estaba acostumbrada a vivir cerca de las ciudades pero a la vez rodeada de naturaleza.

-Para ser sincera, me gusta Evernight!, estoy de mala gana porque eh tenido que venir en contra de mi voluntad, pero el sitio es realmente bonito - demasiado para una academia de vampiros - Acoté en mi fuero interno con una sonrísa en los labios.
-Lo que yo más odio es tener a mis padres de profesores, seguramente la gente empezará a pensar que ellos me aprueban sin que me esfuerce o tonterías por el estilo-

Beje mi mirada a mi plato y cogí el ultimo trocito de brownie que quedaba sobre él. Lo comí con ganas y cuando hube acabado bebí un buen trago de jugo. Eso era lo malo de comer dulces, siempre acababan empañagandome.

-¿De dónde vienes Isabeou? Tu nombre suena muy Frances-

Sonrio al escucharla. Podia identificarme un poco con ella en el sentido de que la gente pensaria en mi como una chica rara consentida del profesor raro... O bueno tal vez no, tal vez Alexander no le echaba la chachara de los "Vampiros" a todo el mundo y yo era simplemente la desafortunada nieta de su amiga que aun tenia que tener esa conversacion con el. Sip, se me ponian los pelos de punta con tan solo pensarlo.

-Creo que te entiendo... Digamos que soy la "Protegida" del profesor Black Wolf -Respondo manteniendo la sonrisa- No se que tan protegida por que tecnicamente ya soy mayor de edad pero... -Me encojo de hombros como diciendo "Que se le hace?"- Mi nombre es un tema algo loco, parte de mi familia tiene algo con los nombres extraños o extrajeros aunque tecnicamente todos somos de aqui -Admito con una mueca- Mi madre es Erin Erzsébet, aunque en realidad no tenemos ningun contacto con los bulgaros -Digo refiriendome a Erzébet- Y su madre es Blair... Entre ellas dos me pusieron Isabeau y mi padre, la rama con sentido de la normalidad, me puso mi segundo nombre: Sarabeth -Giro los ojos. Erzébet era Elyzabeth y de ahi...- Y podria seguir pero realmente no quiero volverte loca con mis cuentos de locura familiar...

De hecho esperaba no haberla espantado con todo ese monologo de locura familiar.

-Pues ya ves...a mi me tocó un nombre Italiano, a mi padre le encantaba una cantante muy antigua que se llamaba Bianca, y decidió llamarme como ella...
Afortunadamente el nombre no me disgusta, pero se que no pega para nada con mi apellido- lo único que me molestaba era el echo de que mi nombre sea un color, me parecía algo completamente falto de imaginación, y lo peor, es que no tenía segundo nombre

-No sabía que tu y el Señor Alexander se conocieran...-
comenté mientas bebía lo ultimo que quedaba de mi desayuno.
Me había encantado que la chica se abriera a mi contandome cosas de su familia, me hacía sentir un poco mas viava estar roddeada de humanos completos.

-¿Conoces a alguien más aquí o solo al profe?- inquirí mientras me levantaba y cargaba mi bandeja para dejarla en la parte de limpieza. -Lo pregunto porque si quieres podríamos irnos un día juntas de fiesta! -

La voy escuchando, comiendo de forma lenta y calmada mi yogurth.
Cuando termina de hablar alzo una mano, pidiendole tiempo para terminar de pasar el bocado. Salir con ella no sonaba mal, de hecho salir a cualquier sitio y despejar la mente no sonaba Nada mal...

-Me gusta como suenan tu nombre y apellido -Empiezo con una sonrisa- Es original, al menos sabes que no lo tiene todo el mundo y que te nombraron por alguien famoso -Dejo el yogurth y la cucharilla en la mesa para arreglarme la pañoleta mientras paso al siguiente tema- Alexander y yo somos apenas conocidos y realmente... Tu y el son las unicas personas con las que he hablado de verdad desde que llegue -Vuelvo a tomar el yogurth y la cucharilla- Asi que salir realmente no tiene tan mala pinta -Miro al techo haciendo un par de calculos- De hecho, cuanto antes mejor...

Musica y alcohol eran la perfecta distraccion en estos momentos. Estaba tan reconstruida que necesitaba algo fuerte que me apartara la cabeza de todo lo que estaba pasando en esos momentos.

-Vamos a intercambiar telefonos, asi si alguna se entera de algun sitio le avisa a la otra... -Tenia mas tiempo que yo por esta zona... Hablando en terminos actuales pues conocia sitios pero no sabia que habia sido de ellos.

Sabía por sus pensamientos que realmente no me mentía en cuanto a mi nombre, y eso me agradaba. Odiaba saber que la gente me mentía y no poder decirles nada. Después de todo ellos no debían saber que yo podía leer sus pensamientos.
Sonreí al ver que la idea de que salgamos le cayó realmente bien!
Geníal, tenía realmente muchas ganas de salir de los cuatro terroríficos muros que formaban Evernight Academy,

Isabeau, me dio la opción de intercambiar los teléfonos. Saque mi blackberry y anote el suyo mientras me lo dictaba, luego le di una llamada perdida haciendo que ella también tuviera mi numero.
Me despedí de la muchacha mientras pensaba en todas las discotecas a las que podríamos ir, la verdad es que necesitaba tener nuevos amigos y gente con la cual poder charlar.
Desde luego este año traería muchas sorpresas, y yo quería ser parte de ellas.